Siempre sentí una conexión especial con la mente y el cuerpo, por ello estuve tentada al estilo de vida espiritual. No quise perder esta intuición, por lo que empecé a practicar Yoga.
Este sentimiento empezó a surgir hace 13 años, a día de hoy puedo decir que forma parte de mi filosofía de vida. Estaba completamente confiada que con la práctica constante iba a lograr ese bienestar interno que tanto anhelamos.
Conforme iba practicando y avanzando me daba cuenta que estaba más conectada con mi interior, y estos momentos de práctica hacían que mi cuerpo se envolviera en un fluir de asanas.
He buscado el camino correcto hacia el equilibrio, encontrando momentos muy especiales. Descubriendo mi interior, mi forma de respirar, de afrontar la vida y lo que creo más importante, la meditación.
Desde muy pronto me di cuenta que debía acompañarme para siempre y fui disfrutando de momentos inolvidables de Yoga en mis viajes por India, México, Indonesia, Tailandia, Filipinas, Bahamas y Europa.
Quiero poner el foco también en los beneficios físicos que conlleva esta práctica, y comentarte cómo iba consiguiendo tener más fuerza, potencia, resistencia y energía a medida que iba pasando el tiempo. Es algo realmente excepcional.
En el momento de mi vida en el que fui mamá de mi amado hijo Lucas, el Yoga me acompañó y ayudó en el antes, durante y después del embarazo. Sin lugar a dudas hizo que todo fuese más sencillo, teniendo una recuperación muy rápida.
Esta es mi misión: transmitir y guiar al mayor número de personas a crear buenos hábitos saludables para lograr una mejor vida.
Si estás leyendo mi web, estás en el comienzo de la transformación.
Let’s go do it!!!